Pasado, presente y futuro de Teje
Invitado a Jaguares. El pilar de Lawn Tennis habla de su sanción y de su futuro.
El de Roberto Tejerizo es un claro caso de doble personalidad. Fuera de
la cancha, es un tipo tranquilo y predispuesto. Dentro de ella, es un pitbull
sin correa, un gólem enajenado que arremete contra todo lo que se le cruce en
el camino. Esa pasión desmedida es su mayor virtud y, al mismo tiempo, su talón
de Aquiles. Cuando las revoluciones se disparan a veces pierde el control, y él
lo sabe. Le pasó el día en que empujó al árbitro Matías Pascual en un partido
contra Los Tarcos, acción que detonó un cisma que hacía tiempo se venía
cociendo entre los árbitros y la URT, y que a él le costó una suspensión de dos
meses y medio. Durante ese lapso el pilar de Lawn Tennis se perdió de jugar el
Argentino con la “naranja” y, tal vez, una oportunidad en el Mundial de
Inglaterra con Los Pumas: la lesión de Marcos Ayerza antes del último partido,
contra Sudáfrica, obligó a Daniel Hourcade a llamar de urgencia a Santiago
García Botta, que venía detrás de “Teje” en las preferencias del staff. “Supuestamente, yo era el tercer
pilar izquierdo, detrás de Marcos y de Lucas (Noguera Paz). Pero andá a saber;
a lo mejor si no estaba suspendido tampoco me llamaban. No sé, prefiero no
hacerme la cabeza con eso y enfocarme en lo que viene”, clausura el primera
línea. ¿Y qué es lo que viene? Su
reinserción en el sistema de la UAR, bifurcada en la convocatoria para jugar el
Americas Rugby Championship con Argentina XV, y en la invitación a entrenarse
con Jaguares, la franquicia del Súper Rugby (viaja el domingo). Pero para
entender mejor el futuro, conviene repasar el pasado y el presente. Pasado En la medianoche del 31 de
diciembre, mientras todos celebraban la llegada del Año Nuevo, Roberto
levantaba su copa por el fin de su cepo rugbístico. “Contaba los días, se me
había hecho eterno. Esa noche festejaba porque era libre de vuelta. Un amigo me
dijo que yo nunca había dejado de estar libre, pero no poder jugar para mí no
era precisamente libertad”, describe. - ¿Por qué te llamaste a silencio después del episodio con Pascual? - Se dijeron muchas cosas, y
salir a responder hubiera sido generar un debate que, honestamente, no me
interesaba. No quería entrar en una pelea. Sé quién soy y la gente que me rodea
también lo sabe. Al principio me puse un poco triste por cómo muchos me
mataron, pero después ya no. Simplemente me enfoqué en pensar: tengo que
volver. - ¿Pero reflexionaste sobre lo que pasó? - Sí, este tiempo que estuve
afuera me sirvió para pensar en el error que había cometido. Sé que me
equivoqué, y de los errores se aprende. Esto me ayudó a madurar como jugador y
como persona, me hizo valorar las cosas de otra manera. Lo tomo como un
aprendizaje. Fueron meses difíciles, y estar acá en el club, entrenándome,
dando una mano con los más chicos, me ayudó a no derrumbarme. - Debe haber sido fuerte ver el Argentino desde afuera... - Me dolió. Vi un par de partidos
y al rato me fui, porque me daba impotencia no poder estar. A mí siempre me
motivó la “naranja”. Cada vez que me convocaron, antes de la suspensión, fui y
me entrené, hasta cuando estaba lesionado. Y siento que se perdió un poco ese
sentimiento hacia la “naranja”. Es una camiseta con mucha historia, y algunos
la toman como una más. Yo ni loco, vos decís Tucumán y yo me desespero. Por eso
también me dolieron las críticas de algunas personas de la Unión. Esto porque
yo siempre me desviví por representar a Tucumán. Presente Hace algunos días, un mail de la
UAR enterró el mayor de sus temores: ser excluido de la órbita de los
seleccionados nacionales a causa de su sanción. “Tenía miedo de no volver a
estar, pero el que más preocupado estaba era mi viejo. Por eso nunca dejé de
entrenarme, para que no perdiera la esperanza. Yo le dije que iba a volver como
fuera. Y la verdad es que ya no veo la hora de volver. Estoy desesperado. - ¿Cuál crees que es tu lugar ahora? - Sé que la voy a pelear desde
atrás. Sé que este llamado a entrenarme con los Jaguares no me asegura nada, mi
lugar me lo tengo que ganar. No voy como contratado, sino como invitado. A fin
de mes tengo que estar disponible para jugar al Americas Championship con
Argentina XV, y tengo que andar bien para estar a la vuelta con la franquicia. - ¿Estás nervioso? - Un poco. Más que nada por lo
que genera estar con ese equipo que se está formando para jugar el Súper Rugby.
Es un privilegio. Sé que será difícil, que debo acostumbrarme a un juego mucho
más dinámico, pero quiero aprender y sumar desde donde me toque. Futuro Si fuera por “Teje”, la temporada
hubiese comenzado en la madrugada del 1 de enero, pero todavía falta: el primer
partido de Argentina XV en el Seis Naciones americano será el 6 de febrero, en
Houston, frente EE.UU. - Aunque sentís que García Botta te desplazó, el retiro de Ayerza abre
un poco el juego, ¿no te parece? - Sin dudas. “Luquitas” (Noguera
Paz) tiene un gran talento, y además es mi amigo, he compartido giras con él.
Santiago (García Botta) también es un muy buen jugador. Los conozco, son muy
buenas personas, y por eso sé que se va a armar una competencia interna muy
linda y muy sana. Eso te hace crecer. También sé que me tocará pelearla desde
atrás, pero no me asusta el desafío. - ¿Qué objetivos te trazaste para 2016?
- Tratar de superar lo hecho el año pasado,
aunque será difícil: estuve en Barbarians y con Los Pumas en Salta. La sanción
sería lo negativo, aunque no tanto, porque me sirvió para aprender mucho.
Entonces, mi primer objetivo es volver a meterme en el sistema. Después quiero
hacer un buen papel en
Argentina XV, ganarme un lugarcito en los Jaguares y dejar todo con el club
cuando me toque. (Fuente: La Gaceta)